Cada uno en su lugar
Cada uno en su lugar, con sus
problemas, con sus historias. No te metas en lo que no te incumbe. No busques
problemas que no son tuyos ¿Porque hacerlo? Sería estúpido hacerlo.
Por que mi vieja me enseñó
una cosa y la sociedad me lo cambia ("por que" así, sin acento). La
sociedad me e hace acostumbrarme a los demás. A la desconfianza que siempre
presente nos nubla la vista y nos endurece la razón. ¿Qué es lo que en realidad
hay que aprenderse para llevar a cabo una vida sin problemas? ¿Es divertida una
vida sin problemas?
Voy a la iglesia y me dicen
que tengo que ayudar al prójimo, que tengo que preocuparme por el otro. Y yo me
pregunto ¿Para qué? Nadie te agradece nada hoy en día. Muchas veces ni siquiera
la hora puedo preguntar en la calle porque piensan que les voy a robar. Y si me
dicen qué hora es, no me dejan decir las gracias que ya se fueron. ¿Será por
eso que los amigos se aprecian demasiado, que se valoran tanto porque ellos sí
te aprecian qué es lo que pensás, que te escuchan hasta el último punto?
Las personas son reacias,
secas de sentimientos. No son muy demostrativas. Meten en la misma bolsa todo
ese miedo o rencor o anda uno a saber qué es lo que piensan que no se les puede
ni siquiera acercar.
Desconfían de todos, piensan
que todos somos iguales. Acostumbrados al fracaso dejan de creer en las mismas
personas. Llegamos al punto tal de pensar que un animal es más honesto que una
persona. Y aunque es discutible esa teoría, los animales no te van a sacar de
los apuros, de los problemas. Para salir de los problemas de humanos, se
necesitan otros humanos que ayuden. Todavía nunca vi a un perro que ayude a una
persona a salir de sus problemas familiares o económicos, o de lo que fuere
(exceptuando problemas de salud como varias discapacidades en las que sí se
necesitan animales para ayudar en las terapias).
Los humanos somos muy
pesimistas en su mayoría. Siempre pensamos en el fracaso, la decepción y
diferentes aspectos malos con respecto a otras personas. “¿Y si fracasás, que hacés?”; “Pero
para qué te vas a meter en ese lío si en realidad es poco probable que ganes
algo”; “Dejalo, si ese debe ser re pelotudo”; “¿Para qué vas a arriesgarte a
cambiar? si así estas bien”; son algunas de las frases que se pueden
escuchar a diario que me hacen pensar que estoy en lo correcto.
Convivimos todos en un solo
planeta y sin embargo seguimos pensando que cada uno está en su mundo. Se
destacan actitudes que deberían ser comunes. Hablamos todo el tiempo de lo
bondadoso que es fulanito porque ayudo a una viejita a cruzar la calle o a otro
que le devolvió la billetera al señor cuando se le cayó en la vereda y no se
dio cuenta. Nos estamos conformando con muy poco.
Yo, por mi parte, lo único
que espero es que el día que no tenga el celular a mano, sea usted tan generos@
de decirme qué hora es, y si me lo permite darle las gracias.
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