¿A quién no le ha apretado el zapato?
¿A quién no le ha apretado el zapato? Quién no se ha lamentado porque la talla no era la indicada. Muchas veces la orma no es la correcta, el número de talla no es el indicado. No siempre las Nike o Adidas que pensábamos comprar nos van a quedar. Nadie sabe qué hacer cuando el zapato te aprieta, cuando no ves soluciones posibles y lo único en lo que se piensa es en taparse la cara con las palmas de las manos como no queriendo ver la realidad. Muchas veces no se quiere ver la realidad. Es difícil cuando la situación se complica y da miedo ver. Hasta llegar al punto de maldecir ver la realidad y hacerse el boludo ya no es una posibilidad. La necesidad imperiosa de que sólo con llorar todo se arregle siempre ronda por la mente pero tampoco es una opción. Encima, como si fuera poco, en ningún momento de la historia apareció un inglés o un ruso o un estadounidense o un europeo con nombre difícil de recordar que haya escrito un libro c...